Con un sonido que bordea el trap, el future bass y el trip hop, el trabajo audiovisual crea una atmósfera de catarsis interna en la que el encuentro con uno mismo en medio del encierro es, al mismo tiempo, derrota y salvación.
Foto por Nasty Kid
Antipatriarka relata en “Oasis” lo que muchas personas experimentaron en medio del encierro producto de la crisis sanitaria: convivir con unx mismx. Hacer esto puede llevar a recorrer varios caminos, unos más oscuros que otros, pero todos desembocan en la misma conclusión: nosotrxs podemos ser nuestra mejor compañía.
“En nuestra cotidianidad nos encontramos rodeados de múltiples estímulos que tienden a distraernos de nuestros propios pensamientos y sentimientos. Desde que comienza el día estamos expuestos a información ajena proveniente de medios ajenos que nos desvincula de lo que podría ser una reflexión introspectiva. El tiempo para nosotrxs es casi nulo”, contextualiza la artista oriunda de Penco.
Esta es justamente la idea central de la canción compuesta en abril, en la que uno de los temas centrales es la búsqueda de contención mientras nos encontramos en soledad. Esta se ve materializada en el teléfono, elemento característico de la comunicación.
“La falta de comunicación termina traduciéndose en un ahogo personal para quienes nos encontrábamos rodeados de voces externas. El personaje focaliza su energía constantemente en la posibilidad de comunicarse con el exterior y olvida su importancia individual, despreocupandose de su alimentación, higiene, salud mental, entre otras cosas”, explica sobre la idea principal del videoclip.
El desarrollo visual y escenográfico del videoclip transita por tres conceptos claves: real, utópico y distópico, que corresponden a tres ambientaciones distintas que contrastan entre sí, con el objetivo de representar los cambios emocionales por los que va atravesando el personaje.
En palabras de la música, los planos abiertos con iluminación natural representan la normalidad y las acciones cotidianas, como comer, dibujar o bailar (lo real); por otro lado, los planos cerrados, la iluminación cálida y el maquillaje acentuado apuntan a la fantasía del personaje, es decir, la “cuarentena ideal”.
Por último, los planos cerrados en tonalidades rojas y oscuras, un maquillaje que simboliza tristeza y los movimientos corporales bruscos como búsqueda de desahogo se entienden como el clímax de “Oasis”, momento en el que el personaje comienza a atravesar dificultades emocionales que le impiden el completo entendimiento consigo mismo.
La autogestión y el trabajo colaborativo entre artistas emergentes de diversos ámbitos creativos es uno de los pilares que sostienen la pieza audiovisual. La grabación y masterización de la canción fue realizada por Pirex y Masalá, productores de la zona, y posteriormente, la dirección creativa, grabación y edición del videoclip estuvo en manos de SoloIris, Nastykid y Voyach, respectivamente.
“Fue la primera vez para la mayoría de los que estábamos en el set, creo que eso era lo más enriquecedor. Estábamos aprendiendo, probando, jugando a ratos para ver cómo salía mejor. Voyach me dijo desde un principio ‘Si disfrutas el proceso, el resultado será bueno’ y tenía razón”, expresa la autora de “Cerca”.
Con los singles “Difícil”, “Cerca” y “Qué sabes de amor”, Antipatriarka se ha ido posicionando paulatinamente como uno de los proyectos musicales más prometedores de la escena urbana penquista. Actualmente, se encuentra componiendo sencillos, colaboraciones y un EP que lanzará en el transcurso de 2021, año en el que busca consolidar la carrera de la artista como una de las voces femeninas más vibrantes del Gran Concepción.
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