El músico penquista recientemente lanzó su segundo álbum bajo el alero del sello South Music, el que incluye colaboraciones con artistas nacionales como Young Cister, Ceaese y Metalingüística. En este explora diferentes sentires y estilos musicales que se engloban en el estilo característico del artista desde su aparición en la escena: el reggaetón conceptual.
Después del caos, viene la calma. Así lo entiende Mauricio Gutiérrez (24), más conocido en la escena urbana como Diso, quien recientemente sacó a la luz un trabajo discográfico que contiene 15 composiciones englobadas por un proceso tanto de evolución como de sanación que ha experimentado el artista y que suena al ritmo del reggaetón.
Esto sucede a poco más de un año del lanzamiento de su primer álbum de estudio, ‘Kaos’ (2020), el que Gutiérrez califica como una “bomba” que le permitió dar a conocer formalmente su proyecto musical en la escena y consolidarse a nivel local.
“Sentí mucho apoyo, se me acercó harta gente y empecé a sentir que estábamos bien encaminados en la música. Tuve harto movimiento por regiones, ya no era sólo Santiago y Concepción. Y la gente le dio su propio concepto al Kaos que nosotros habíamos trabajado”, señala el músico.
Un proceso de sanación y aprendizaje
Si bien su Diso señala el período de fines de 2020 y principios de 2021 como la fecha de inicio, también dice que en un principio eran sólo temas sueltos sin terminar: “Soy harto de maquetar, de hacer cosas en el estudio, a veces a medias… Después con el tiempo se va generando una armonía entre los temas y algunas compatibilizan, porque no siempre estoy en el mismo mood. Así salió Kalma”.
Este proceso duró alrededor de un año, en el cual se dedicó a trabajar en las canciones. En este punto destaca la participación transversal de Barraseba, productor que ha acompañado la carrera de Diso desde su primer álbum. No obstante, también estuvieron presentes Chalo González, Macre, MDNTZ y QWERTY, dúo de productores oriundos de Labranza, región de La Araucanía.
Para Gutiérrez, la creación de este segundo álbum fue distinta, ya que fue pensado con el sueño de escalar un poco más: “Fue un proceso netamente de sanación. Es todo el aprendizaje y experiencia obtenido a través del Kaos, un viaje desde el interior hacia proyectarse con fuerza frente a los miedos y retos de la vida. Es aceptar y comprender que cada día tiene su energía y que somos lo que construimos”.
Y este concepto que engloba el disco se ve reflejado gráficamente en el arte de la tapa, en la que se vislumbra al mismo Gutiérrez con alas sentado arriba de un mundo, una idea que nació en su mente y que fue llevada a cabo por los diseñadores y iamdidd95 y Zive Artz. “Partió por un tatuaje que me hice de un querubín muy tierno que me recordaba a mi pasado y a una etapa que viví. En ‘Kalma’ yo reflejaba un poco la evolución, así que quería aparecer arriba de un mundo con las alas abiertas”, cuenta quien fue invitado al concierto de Young Cister en el Teatro Coliseo en diciembre pasado.
¿Cuál fue la canción que más te gusta o la que más disfrutaste hacer de tu disco?
La canción que más sentí fue «Kalma», el tema introductorio. Se me vienen muchos recuerdos a la mente. Pensé en mi hija, en la música, en el amor de familia. Y salió eso. Pero la que más disfruté fue “Sola”, porque la grabamos arriba de un auto camino de Santiago a Conce y la gente no lo sabe. Veníamos hablando del tema “La jeepeta”, que por entonces recién había salido. Ahí el Barraseba dijo ‘hueón ese tema lo grabaron arriba de un jeep, por eso se llama así’ y a mi se me ocurrió hacer eso ahí mismo. Una experiencia que repetiría sin duda.
La evolución del caos
Una de las cosas que destaca en la lista de tracks y que también han ayudado a Diso a crecer como artista son las colaboraciones nacionales, entre las cuales se incluye a Ceaese, Azulhema, Metalingüística, Pablo Feliu, Young Cister y Kid Voodoo; así como una internacional con el músico mexicano Zizzy. En palabras de Gutiérrez, todas ellas se dieron de forma muy orgánica, ya que la conexión siempre estuvo más allá del ámbito musical.
“Yo siento que soy fan de ellos, pero igual hay que atribuirles el rol de colega, gente está en la industria igual que uno. No venimos todos de la misma parte, pero vamos todos para el mismo lado. Al menos con ellos yo lo siento así, porque nunca se me ha pasado por la mente hacer colaboraciones a la fuerza o pagar por ellas. Las mías siempre han sido con gente con la que compatibilizo con la música y cómo lo entregan. Esa fue la idea detrás de cada feat”, dice la voz detrás de “Solá”.
¿Cómo ves en retrospectiva tu crecimiento tanto personal como musical desde, por ejemplo, uno de tus primeros temas que fue “Oye”, hasta ahora con ‘Kalma’?
Ha cambiado todo caleta. De por sí, mi forma de ver la música, la forma en la que componía… Donde estaba yo antes. Aunque si lo piensas seguimos siendo los mismos niños soñando y jugando a hacer música. Aunque sea un trabajo, la idea es esa: disfrutar de la misma forma, no confundirse por cosas tan básicas como que te gane la ansiedad de querer pegarte o querer sonar bien al tiro. Varias personas quieren hacer música y se han ido dando cuenta de que sí se puede, entonces no nos podemos matar entre todos. Hay espacio y tiempo suficiente en la vida.
¿En qué momento musical crees que te encuentras en este momento?
Consolidado en mi región, con una responsabilidad enorme con la gente que me sigue y con los artistas de mi sello, y con una gran inquietud respecto a lo que viene ahora. Con mi manager una vez conversamos sobre lo que pasaba luego de terminar un ciclo y me decía que es preguntarte “qué viene ahora”, con la cabeza dando vuelta, en blanco. A mi me pasan cosas parecidas. No suelo proyectar mucho, siempre estoy tanteando terreno.
En esta misma línea, señala que, a nivel personal, se encuentra trabajando consigo mismo y en su proyecto: “Quiero ir dándole sentido a cositas que me había perdido de antes, del Kaos. Hay varias cosas que han aflorado de ese sentimiento y que me parece lindo volver a reencontrarme con ellas, porque a veces de lo malo, sale lo mejor. Por eso, me estoy reencontrando conmigo mismo».
Actualmente, Gutiérrez trabaja en un local de comida rápida en el centro de Concepción, pero fuera de eso se dedica 100% a su proyecto musical de la mano con el sello South Music, el que integra desde su conformación en abril de 2020 y del cual también es en parte dueño. Entre los demás artistas que integran la discográfica se encuentran Pepe Fly, Fes$tripp y Luzio. Todos de la octava región.
Dentro de sus proyecciones, menciona que quiere abrirse paso en la internacionalización con artistas y productores de afuera del país. “Hemos estado trabajando harto, aunque no matándome, nunca me he matado haciendo música, sino que siempre en función de cómo me vaya sintiendo. Como te decía, somos los mismos niños que hacían música cuando empezamos, lo que ha cambiado son los oyentes, los números, la gente con la que nos relacionamos, pero la intención siempre es la misma: intentar darle un poco de sentido al mundo a través del mensaje que entregamos”, finaliza.