Foto por Matías Batallé
Muchas veces se nos queda pegada la música de una serie o película y nada sería lo mismo sin una buena banda sonora. Desde 1934, La Academia considera este elemento como un ingrediente importantísimo para que una producción audiovisual sea de calidad. ¿Qué sería del séptimo arte sin Ennio Morricone, John Williams o Hans Zimmer? Nada. Ellos y otros compositores han dado clases de cómo hacer grandes trabajos para el cine mundial y que han influenciado a varios artistas para relacionarse en esta área de la música.
En Chile tenemos varios ejemplos, como el gran Carlos Cabezas (Electrodomésticos) para «El Chacotero Sentimental» (1999) o «El Club» (2015), Tobar & Miranda en «Machuca» (2004) y Luis Advis en «La Tierra Prometida» (1972) o «Coronación» (2000). Pero se viene una nueva generación, que busca nuevos horizontes lejos de Chile. Uno de ellos es Matías Torres, músico santiaguino que se abre camino de forma silenciosa en la industria europea tras sus estudios en «Kingston University» (Londres, UK), sumando cerca de 10 proyectos en su hoja de vida y colaborando con personas de Reino Unido, China, Pakistán, Italia, Austria, Francia y Jordania.
Desde adolescente, el gusto por la música fue impregnándose en Matías y lo quiso concretar profesionalmente entrando a estudiar «Música y Sonido» en UNIACC. Fue en esta casa de estudios donde comenzó a cuestionar el rumbo de su música, «descubrí que la composición me gustaba mucho más que solo interpretar música, luego también me comencé a interesar mucho por la producción. Ya en mis últimos años todo me hizo sentido. Si hay algo en el mundo que me gusta tanto como la música, es ver películas, desde niño iba frecuentemente al cine (mis abuelos me llevaban una vez a la semana al cine). Me di cuenta que eso me ayudó a desarrollar una lectura más completa y profunda al ver una película» señala.
Mientras estudiaba pudo colaborar con algunos cineastas locales y de a poco le fue agarrando el gusto a componer para películas. Ya convencido de lo que quería hacer, quiso profundizar sus estudios en el extranjero y sin pensarla dos veces decidió irse a la capital inglesa. «Fue una increíble experiencia, no diría que dentro de la sala de clases aprendí los secretos ocultos de este oficio, ni aprendí cosas que en Chile no sabemos, pero fue afuera de la sala de clases donde realmente aprendí y me desarrollé como artista. Al igual que en Chile, colaboré con un par de cineastas, y poco a poco me comenzaron a contactar colegas de ellos, de vez en cuando en una fiesta conocía alguien y volvía a mi casa con otro proyecto en el bolsillo» cuenta.
«En general el chileno piensa que todo afuera es mejor, pero esta experiencia me hizo entender que Chile tiene los tremendos artistas, y quizá nuestros gobiernos no atribuyen mucho tiempo ni plata en desarrollar cultura, pero artistas como individuos estamos bien preparados para enfrentarnos a lo internacional» dice Matías Torres, quien actualmente está viviendo en Nueva York y espera volver a Londres para continuar su carrera musical, y quien sabe, llegar a componer para grandes películas a futuro.
Uno de sus trabajos más reciente fue para el cortometraje alemán «Ohne Dich (Without You)», dirigido por Saad Ali Gill, donde musicalizó una dramática historia protagonizada por Tonny De Maeyer y Jenny Hansel.