Foto por Claudia Valenzuela
La reacción al ver a Américo en el cartel de Lollapalooza fue para muchos muy extraño, llevándonos a preguntar ¿por qué debería estar un artista como él en un festival tan distinto a su estilo de música? simplemente había que esperar el día sábado 30 de marzo para tener alguna respuesta. La obtuvimos y cayó la boca de muchos.
Cabe señalar que Domingo Vega es un artista inquieto, capaz de mutar su música a diferentes estilos y no encasillarse simplemente en la música tropical. Ser fan de bandas como Megadeth y Radiohead, moldear sus canciones a baladas, versionar un clásico de Jorge González, colaborar con artistas como Francisca Valenzuela, María Colores y Silvestre Dangond, da cuenta de que es capaz de adaptarse a cualquier escenario.
Mientras la noche se enfriaba para esperar una breve lluvia en Santiago, el artista ariqueño se subía al Lotus Stage con una mochila de miedos y prejuicios entorno a su presentación y sobre qué recepción tendría por parte del público. Vestido de un estilo más juvenil y lejos de los trajes formales que acostumbra utilizar, Américo mira fijo a los asistentes que, por esa hora, no estaban interesados en el show de Post Malone.
Se proyecta en las visuales el logo del Grupo Alegría y comienzan a sonar los acordes de la banda de cumbia de Punitaqui, donde Américo fue vocalista a mediados de los 90′. Este intento de revivir el origen de su carrera musical ya fue visto en el Festival de Viña 2017; pero en el caso de Lollapalooza, fue más allá e interpretó cuatro canciones para el recuerdo: «Por que te quiero», «Súper Ladrón», «Me embriago por tu amor» y «Mujeres y Cervezas».
Un buen comienzo para ganarse al público. Tras el término de esta primera parte agradece la cantidad de personas, ya que «le habían metido mucho cuco y miedo con Lollapalooza». El resto del concierto, que se extendió por una hora, se basó el repasar su carrera como solista, desde canciones como «Que levante la mano» hasta su reciente single «Mi Deseo».
El cantante chileno contaba con una banda de 12 músicos, entre coristas e instrumentistas, de los cuales algunos -según nos soplaron- viajaron desde Miami, puesto que trabajan con Marc Anthony (¡Daaaamn!). Probablemente es una cantidad de personas incapaz de destacar en plenitud por el tamaño del escenario, pero lo supieron sortear con un show dinámico, entretenido, como solo Américo lo sabe hacer. La complicidad entre el frontman y su banda se nota a lejos, lo cual da como resultado un show increíble a nivel musical.
Mientras corrían los minutos era difícil asimilar que estábamos viendo a Américo en Lollapalooza. Que la música tropical y otros géneros musicales ajenos a la historia del festival se apoderen de estos escenarios, es una muestra de que se están haciendo las cosas bien. Américo supo preparar un show a nivel de un festival masivo y demostrar su calidad vocal al interpretar, por ejemplo, «Tu Hipocresía», donde al inicio mantuvo una nota alta por casi 17 segundos, ganándose el aplauso rotundo del público. Además, incluyó su alabado cover de Jorge González, «Esta es para hacerte feliz», y también de la versión un clásico de la cumbia «Cómo te voy a olvidar» de Los Ángeles Azules.
Puede que a momentos, la voz de Américo sonó desgastada. Me imagino, producto de la emoción de estar con una gran cantidad de personas que jamás pensó atraer. Se nota que estuvimos en presencia de un show que fue preparado con mucha anticipación, donde pudo callar la boca de los críticos pero no del público presente, ya que fue el único en el festival donde se dio la oportunidad de tener dos bis, debido a los constantes gritos de «otra, otra, otra».
¡Felicitaciones Américo!
Revisa acá su presentación: