A comienzos de mayo, el músico conversó con SACH sobre su nuevo single junto a Princesa Alba, una colaboración totalmente inesperada y no será la única de este tipo en su próximo disco.
Al igual que medio Chile, Daniel Riveros se encuentra pasando la cuarentena, antes voluntaria y ahora obligatoria, en su hogar, entre la familia y la música. En un nuevo capítulo de Cuarentrevistas, la visualista María José Tapia conversó con él y habló sobre colaboraciones, creatividad y el encierro.
“Hay días más oscuros y otros más luminosos, no todo tiene que ser arriba”, así describe Gepe su estadía en cuarentena, una frase que describe muy bien esta pasantía en casa. Afortunadamente, comenta que no tiene la necesidad de salir más que para pasear al perro, así que se mantiene tranquilo. ¿Lo que más extraña? El factor humano, el rose social y el estar con alguien. En cuanto a su trabajo, “extraño estar en esa mesa grande después de los shows comiendo con todos mis compañeros”.
En cuando a su música, sus últimos lanzamientos fueron colaboraciones con Natalia Lafoucade y Princesa Alba. La primera, según dice, nació “entre broma y broma”. “Yo a ella la conozco hace mucho, pero hace como dos años que no nos veíamos. Estábamos molestando y al final me conseguí su WhatsApp y le hablé no más, le mandé la canción lista y a los dos días me envió su parte hecha con una maestría que la destaca”.
Por otro lado, comentó que para “tupenaesmipena” se encontraba en México y había intentado realizar la canción con otros artistas, pero que no lograba hacerla encajar. “Ahí pensé en Princesa Alba, le escribí y le tincó mucho al tiro. Ella es muy simpática, las cosas se dieron fácil y en dos patadas grabaron con el Francisco Victoria”.
Además, para el título de tupenaemipena, Daniel cuenta que se inspiró de un rayado que vio en la calle durante las manifestaciones sociales, cuyo origen es bastante particular: “Dulce y Agraz me contactó y me dijo que ella había escrito ese grafiti en pleno estallido social para poder dar a entender que sentimos al otro, el interior. Yo lo vi y siento que cumplió ese cometido conmigo, entonces es bien bonito lo que pasó ahí”. Algo totalmente inesperado para el artista, quien no descarta poder colaborar a futuro con la cantautora penquista.
En cuanto a colaboraciones, Gepe cuenta que su ft. con Gianluca es una de sus favoritas, pues “ninguno de los dos estaba en un lugar musicalmente cómodo. Fue nadar un mar oscuro con la sonrisa, como un choque de mundos que tiene de todo». Además, el músico anunció que aún quedan colaboraciones por sacar antes de estrenar su nuevo disco y que serán anunciadas con el paso del tiempo.
Los procesos creativos son siempre un tema entre los artistas y para Gepe no es la excepción. En la conversación con María José Tapia, menciona que siempre está en busca de nuevos sonidos, poder experimentar con todo el espectro de ruidos que pueda generar un instrumento, pues -menciona- no es necesario seguir las reglas para crear una canción. “Una vez me levanté con ganas de hacer una canción y me dispuse a eso. Terminé tirando la guitarra por la escalera para ver que salía, de eso se trata, ver que sale».
Respecto a la críticas que ha recibido por explorar constantemente en la música, señala que «lo más genial es cuando la gente se enoja o comenta más allá de lo musical. Yo digo, es música loco, no le estamos haciendo mal a nadie; podemos hablar de esto -y de eso se trata- y no me voy a sentir mal si ustedes me dicen que no les gusta«.
Sin embargo, aclara, que la industria musical está «más desprejuiciada»: «Ya fueron los tiempos de que la música se llame fusión. Antes cuando había disquerías, se dividían en estilos: rock anglo, pop no sé cuanto y al final folclore ¿eso? es una mierda y que bueno que ya se fue, ahora todo está a la misma altura. Eso hace que la gente esté más desprejuiciada y tenga la mente más abierta, y hayan ejercicios musicales súper interesantes«.
En esta misma línea, el consejo de Gepe para quienes están experimentando con crear música en estos tiempos de cuarentena es escucharse, escucharse y escucharse. “Yo no sé nada de música, pero afine el oído durante el tiempo repitiendo una y otra vez mi voz y lo que tocaba, así aprendí”.
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