Bajo una tónica meláncolica y de lucha es que llega el nuevo single de Helado Infinito, quien viene acompañado de un video que recopila distintos carteles que vivieron el estallido social y se ubica como el segundo adelanto de su próximo disco.
Foto por Loreta Neira Ocampo
Octubre de 2019 estuvo marcado por el despertar social y manifestaciones a lo largo de todo Chile, nadie es ajeno a esto y podemos asegurar que nuestro país no ha vuelto a ser el mismo. No por nada una de las frases que más resonó durante este tiempo fue «Chile despertó».
En referencia a este hecho histórico que nos marcó de una u otra manera, es que Helado Infinito estrena «Todos juntxs en la plaza» que nace bajo los efectos emocionales del la revolución social.
Muchxs son lxs artistas que han transformado en obras todo lo que les provocó el estallido; se han hecho canciones, esculturas , pinturas, poemas, entre otros. De alguna forma se ha buscado plasmar y capturar la reacción que tuvo el pueblo ante las injusticias acumuladas en este país, pero al mismo tiempo nos encontramos en un proceso de convertir esa bola de sentimientos y proyectarla hacia el futuro, contemplar lo aprendido.
Es por esto que el segundo adelanto de Helado Infinito, habla sobre distintos sentimientos y emociones provocadas por todo lo que involucró esta revolución, que no ha sido adornada solo con esperanza y resultados positivos. Muchxs han sido lxs caídos y muchas han sido las malas noticias, es por esto que hay muchas formas de enfrentarlo.
«Estoy lejos y no siento que me he ido por completo, tengo el corazón en casa, siento el miedo en la garganta como si en la otra cuadra persiguieran a un amigo solo por sentirse vivo y gritar lo que le pasa», nos dice el coro del single.
La más reciente creación del grupo electro pop es un espacio para aquellxs que sienten el estallido, dentro o fuera de Chile. Además cuenta con una composición en video que contiene distintos carteles que se hicieron presentes durante las manifestaciones contra el gobierno y la opresión. El single fue grabado en Bratislava, Eslovaquia, en noviembre de 2019 y cuenta con la participación de Sasha Mamaev en bajo.