Fotos por Macarena Bascuñán
Desde la región de La Araucanía, el cuarteto comparte una atrapante canción que cobra vida bajo texturas, vibraciones e introspección humana.
Molino Escarlata apareció en la escena musical sureña a mediados del 2019, a partir de la convergencia de cuatro mentes y almas situadas al sur del país, que bajo la exploración de sonidos atmosféricos inician un camino de búsqueda hacia una experiencia visceral, que representa la esencia del concepto de “música arterial”.
Tras lanzar el 2020 “Caudal”, un EP lanzado en formato acústico en vivo, Molino Escarlata vuelve con ‘Noveno’, sencillo que surgió en medio de la hostilidad del contexto pandémico y el cual cuenta como adelanto de su futuro primer disco de larga duración.
Compuesto por tintes análogos y electrónicos, ‘Noveno’ plantea liberar lo que nos hace perder nuestra esencia y concientizar las perspectivas de sentir y vivir a partir de un espectro fresco y postivo. “Las líricas de esta canción, y las de Molino en general, plantean situaciones desde una ventana bastante sensibilizadora y abstracta, buscando interactuar con la interpretación de cada oyente”, cuenta Alejandra Arias, compositora y vocalista de la banda.
Actualmente la banda se encuentra produciendo el que será su primer disco de larga duración, con fecha prevista de estreno para finales del presente año.
De tu casa, al mundo
Esta canción, que hoy se convierte en su debut oficial en plataformas digitales, fue parte de un grupo de canciones que ganó la postulación al seminario especializado de producción musical “De tu casa al mundo”, instancia en la cual trabajaron con los destacados productores nacionales Pablo Stipicic (Rubio, Javiera Mena, Princesa Alba) y Chalo González (Nicole, Yorka, Los Bunkers), y también junto a la aceleradora de artistas musicales Probeta Music (Valparaíso).
Carlos López, productor y músico de la banda explica que esta experiencia fue muy enriquecedora, “y no solo en lo técnico, sino también en cómo estos tremendos productores nos hicieron cuestionar muchos aspectos de lo que estábamos creando, nos sirvió para fortalecer nuestra postura de replantear las canciones y explorar mucho más sonidos electrónicos y sintetizadores».
La grabación y masterización del single fue llevada a cabo en Estudio Equaliza Medios en la ciudad de Temuco, junto al productor Mauricio Salgado.