El incesante trabajo creativo de la cantante penquista desembocó en un primer álbum cuyo tema central alberga un mensaje de sanación a través de un sonido pop que juega con sintetizadores.
Alguna idea ya teníamos sobre lo que iba a ser el primer trabajo discográfico de Karina Ruiz (24), más conocida como Giyil. Con los singles “Julieta” y “Tq de Vdd”, la cantante penquista venía pavimentando una propuesta que se alejaba un poco del “soft dark pop” característico de su EP debut ‘Sempiterno’ (2018) y se disponía a seguirle el paso a uno más moderno, utilizando herramientas como sintetizadores y autotune que bordean el estilo trap y R&B.
Los cuestionamientos a su versión pasada y haberse dejado influenciar por comentarios y estereotipos de cómo debía ser fueron el motor de creación para la lírica que, en 12 canciones, navega por temáticas como la sanación, el amor y la violencia de género.
«Intenta expresar que la desnudez a veces no es algo visible, sino sensorial y que está sujeto a lo que nos dice nuestro corazón y el amor hacia nuestra persona», dice la nominada a Artista Revelación en los Premios Pulsar de 2019.
El álbum contiene colaboraciones con artistas de la zona como Ineino, Iöm, Lolein, Yung Moho e Ivy Boy, los que acompañan la suave pero firme voz de Giyil para expresar un mensaje que motiva a no temerle a la fragilidad de la cual todos los seres humanos están hechos.
Actualmente, se encuentra preparando un videoclip que acompañará el lanzamiento de esta primera placa, pero hasta que eso pase, puedes escuchar “Fragil” en todas las plataformas musicales.