Bajo la dirección de Jorge Peña, el proyecto musical de Pamela Flores le entregó imágenes a una de las canciones más emocionalmente fuertes de su EP debut, “Curá y Sola”.
El 2021 nos dejó una serie de epés imperdibles, y uno de los más honestos y nostálgicos es el de Floresalegría titulado “Curá y Sola”; un diario de vida de vulnerabilidades, amores, cotidianos y nuestra biografía reciente como país, esa que inevitablemente se convierte en paralelo y espejo de las cosas que nos pasan en la intimidad.
Un proyecto a cargo de Pamela Flores que ha sabido transformarse en un universo lleno de imágenes que acompañan estas historias. Ya conocimos la propuesta visual para “A contraluz”, donde un tradicional recorrido por el centro de la capital chilena logró mostrarnos la mixtura de sentires que tiene la artista. Ahora es el turno del clip para “Un día”.
“Esta es una canción que escribí hace unos 4 años, inspirada lejanamente en la historia de Joan y Víctor Jara. Tiene ese dejo, esa oleada del amor que se acaba pero no por una circunstancia normal del quiebre, sino que caduca por la desaparición de este cuerpo, que es sumergido y que un día aparece en el mar. Es una referencia clara al periodo de la dictadura”, cuenta la artista.
A pesar de no sentirla como una canción potentemente política, ya que sólo son guiños e inspiraciones, se gestó gracias a un par de documentales sobre el músico y su pareja. Floresalegría entregó pensamientos a este amor y tantos más que se vieron acabados por la milicia, por la desaparición de personas.
“Es el pasaje más fuerte emocionalmente, o quizás el único que tiene el EP. Las otras se tratan de cosas más personales o ficciones, pero esta nace de un hecho político y sensible, son personas específicas. Eso la hace una pieza más críptica y dura”, agrega.
Respecto al videoclip de la canción, la compositora indica que “junto a Jorge Peña, director, pensamos que la letra era lo suficientemente decidora por lo que no queríamos que se tratara de contar una historia, no queríamos una sobrefundamentación. Escuchamos la canción varias veces y conversamos sobre las texturas: se habla mucho del agua, del sumergirse, de encontrar algo/alguien en el mar”.
De esta forma, llegaron a un imaginario acuático lleno de telas, colores azulescos, escenas de agua, tomas profundas. Vasos, piletas, gotas. “Siempre pensamos en un video bien noventero; es insistente a nivel de tomas, harto material que aparece a cada rato. Y aunque pensamos que podía ser agotador, sentimos que aumenta la intención”, concluye.