La nueva producción del cantautor nacional está compuesta por cuatro canciones musicalizadas con ritmos cadenciosos, guiños a la ranchera e historias de corazones rotos. Su último sencillo, Ansiedá, cuenta con la colaboración del artista colombiano Esteman.
Retomando sus propias composiciones, tras su exitoso álbum de covers latinos llamado “(un poco + de) FE”, Gepe sorprende con un nueva entrega titulada “Realismo”, un EP compuesto por 4 canciones musicalizadas con ritmos cadenciosos, guiños a la ranchera e historias de corazones rotos.
“El EP se llama ‘Realismo’ porque de alguna manera hace referencia al manoseado concepto de realismo mágico, que es básicamente hablar de Latinoamérica de otra manera, donde al mismo tiempo que hay mucho misterio, también hay una realidad súper concreta que te golpea. Y de eso se tratan estas canciones, de cosas muy concretas que tienen un grado importante de oscuridad”, comenta Gepe.
Esta nueva producción contiene colaboraciones que sorprenden, como lo es el sencillo que acompaña este lanzamiento, titulado “ANSIEDÁ”, junto al colombiano Esteman, donde los latinos suman sus voces desprejuiciadas y versátiles para darle origen a una historia de arrepentimiento y autoevaluación. Además, este EP contempla las ya entrenadas “Coquimbo, Mazatlán” con el mexicano El David Aguilar; “Las 4:40” y “Los 3s”, un tema inspirado en la banda Los Tres que retoma el perfil más acústico del músico chileno.
Los videoclips de los singles ya estrenados han ido mostrando una estética unificada bajo la nostálgica mirada que el Director chileno Bernardo Quesney, también realizador del clip para “ANSIEDÁ”, que fue filmado en la localidad de Puteando, en la zona centro de Chile.
“Como lo dice su título, «ANSIEDÁ» habla acerca de eso que para muchas personas, entre las cuales me incluyo, generalmente no es algo bueno», señala Gepe agregando: «porque juega en contra de muchas cosas que uno intenta hacer de la mejor manera. Viene la ansiedad y te nubla. A esta persona que relata la letra le cuesta mucho estar tranquilo consigo mismo (…) Por eso él dice que haría cualquier cosa, incluso rezar aunque no cree en Dios, y en el fondo esa sensación lo convierte en un niño».
