Compuesto en pandemia, el disco evoca la sensación de inmensidad de los días eternos de la cuarentena. También toma a la guitarra y el piano como los instrumentos principales en esta nueva etapa del dúo.
Ocho años de transformación se plasman en las nueve canciones del segundo disco de Marineros, “Al calor de un sol que acaba de morir”, uno de los regresos más esperados del año en el panorama musical chileno luego del hito que fue “O Marineros”, su debut del 2015.
En el tiempo transcurrido entre disco y disco, el dúo cambió profundamente y el mundo a su alrededor también. La música contenida en este nuevo lanzamiento plasma lo distintas que están sus creadoras, y la forma en que los hechos y la energía recientes impactan su arte.
De una materialidad sonora más clásica, profunda y cálida que cualquier trabajo previo del dúo, “Al calor de un sol que acaba de morir” se aferra a la nobleza de la guitarra y el piano, cuyo marcado protagonismo es una novedad que salta a los oídos desde la primera reproducción.
Coproducido junto a Cristián Heyne y Sole, la mitad del dúo que completa Cer, el disco refleja una aproximación más personal al trabajo en estudio. Si antes esa labor se daba en base a la experimentación, esta vez fue a partir de la experiencia y las horas de vuelo acumuladas.
Pero hasta ahí llega la certeza y el control. El resto de los elementos que configuran el álbum se relacionan más bien con la incertidumbre y el caos de la existencia en un mundo cada vez más convulso, donde la solidez de lo que parecía permanente ha develado su naturaleza líquida.
Compuesto en pandemia, “Al calor de un sol que acaba de morir” evoca la sensación de inmensidad de los días eternos de la cuarentena. Guitarreando por horas y horas, Sole y Cer dejaron aflorar canciones lentas y largas diseñadas para sumergirse e incluso perderse en ellas.
El ánimo que predomina en el disco no está lejos del mood colectivo en el Chile del 2023. “Las canciones tratan acerca de dejar atrás lo que fuimos y mirar dentro de nosotras mismas”, explica Marineros. “Es la muerte de una ilusión y el comienzo de la siguiente aventura”.