El nuevo disco de los antofagastinos muestra una evolución desde lo orgánico a elementos más cercanos a la electrónica.
Canciones pop sin ninguna etiqueta sonora en particular, en donde atraviesa la versatilidad y creatividad es lo nuevo de la banda chilena (ahora dúo) oriundo de Antofagasta, Kolumbia, con su segundo trabajo Adiós, mundo cruel. Una mezcla de sintetizadores, baterías programadas, guitarras, guiños a la cultura popular bajo una estética cyberpunk.
Muestra muy distinta a su anterior LP ¿Dime quién soy?, de sonidos más rockeros, pues para esta ocasión desafiaron sus orígenes y crearon canciones más oscuras y bailables con temáticas como la soledad, la ansiedad que ocasiona el uso de redes sociales, el desamor, la muerte y lo inesperado que se entrecruza en nuestras vidas.
«Lo otro que nos motivó fue que perdimos el miedo a decir lo que pensamos. Somos una banda que ha tenido momentos muy buenos, a pesar de no estar ‘pegados’, lo que se debe, en parte a la obstinación que tenemos como hermanos al querer dedicarnos a la música sin ser de una familia de medios y, en general, tener todo en nuestra contra», comentan.
Y en parte, esto se plasma dentro de la creación del concepto del elepé. A lo largo de los ocho tracks, se cuenta la historia de un personaje con problemas de identidad que nació al margen de la sociedad, en una familia disfuncional y sin recursos. “Este es un disco dedicado a los perdedores, a los cabros que están atrás en la sala de clases, escondiéndose porque se sienten avergonzados de ser quiénes son», manifiestan.
La nueva estética y sonido de Kolumbia en «Adiós, mundo cruel», ya está disponible en plataformas de streaming y se podrá escuchar en vivo en su totalidad este próximo 9 de noviembre a las 20:00 hrs. en Espacio Viel. Entradas disponibles en Portaldisc.